El nombre Vásistha (en sánscrito, वशिशथा) significa ‘el más rico’, en el sentido de
que poseía toda clase de vasu (objetos deseables).
Vasistha es uno de los célebres Sapta rishis
(siete sabios) de la época védica. Es autor de muchos himnos del Rig-Veda
(el primer texto de la India, de mediados del II milenio a. C.).
Él fue uno de los más grandes ascetas de su tiempo; y es conocido también por
haber vencido el enojo y el deseo; colocándose así en un nivel por encima del
resto; pues era incapaz de experimentar tales emociones y por lo tanto; no era
víctima de ellas.
Según la
leyenda, el gran santo Vasistha nació como resultado del poder y voluntad del
Dios Brahma; por ello es uno de los más altos representantes de la casta
bráhmana y fue también el Rajguru de la dinastía solar. Dedicó su vida entera a
buscar el bienestar del mundo.
El sabio
Vasistha es conocido como el autor del Mandala 7 del Rig-Veda. En muchos de los
versos de este texto; Vasistha y su esposa son sumamente glorificados. Se cree
que la constelación Osa Mayor es Vasistha, y que la estrella pequeña a su lado,
Alcor; es su esposa Arundhati.
También
escribió un tratado llamado “Vasistha Ramayana”, donde expone que si un
individuo aspira a lograr sus metas, y realmente conseguir “algo” en la vida;
es necesario esforzarse y trabajar duro por ello. De acuerdo a sus creencias;
él consideraba el hábito de la flojera como una enfermedad, la cual era la
responsable de la desdicha y miseria en la vida de cualquier hombre.
Tenía la costumbre de impartir el conocimiento
Védico a sus discípulos erradicados en el río Saraswati; donde además realizaban múltiples rituales de
sacrificios sagrados por el bien del mundo.
Vasistha tenía en su posesión a la vaca divina, Nandini; hija de la vaca de la
diosa Indra, llamada Kamadhenu. Ambas podían conceder deseos a cualquier
individuo que honestamente lo solicitara. Nandini fue un regalo que Indra le
hizo a Vasistha.
Hay varios
cuentos a cerca de este sabio; uno de ellos es el del rey Dileepa. Se cuenta
que dicho rey de la Dinastía Raghuvamsha, Dileepa; y su esposa Sudkashina; se
acercaron a Vasistha con la petición de que les otorgara un hijo. A lo que
Vasistha respondió que para concederlo, debían actuar como sirvientes de
Nandini por varios días, hasta que ella estuviera satisfecha. Los reyes
sirvieron humildemente a la hija de la vaca divina por 21 días. En este último
día; la vida de Nandini corrió peligro pues un león trató de atacarla; por lo
que Dileepa rápidamente sacó su arco y flecha, apuntándole al animal; sin
embargo, en ese momento se dio cuenta de que no podía mover su brazo, estaba
paralizado. Dileepa llegó a la conclusión de que dicho suceso debía ser parte
de alguna magia del león, y al momento en que pensaba esto, como para confirmarlo;
el león comienza a hablarle. Le dijo que no tenía oportunidad de salvar a
Nandini pues ya la había seleccionado como su merienda del día y lo alentó a
que regresara al ashram de Vasistha, en derrota. Dileepa no se dio por vencido
y trató de razonar con el león, ofreciendo su vida a cambio de la de Nandini; a
lo cual el león aceptó.
Unos instantes después, el león desapareció, y Nandini se aproximó a Dileepa
quien se encontraba confuso ante el espejismo. Nandini le explicó que el león era
sólo una ilusión que ella había creado para ponerlo a prueba; para saber si
realmente Dileepa era fiel a ella. Como premio ante el acto de valor y lealtad,
Nandini les concedió a Dileepa y su esposa Sudkashina un hijo, ese día.
Vasisthasana
Vasistha llegó a
ser maestro de Ram, en tiempos en que este se encontraba confundido y perdido
en la desilusión y depresión que sus viajes alrededor del mundo le habían
traído; pues lo encontró muy pobre, insatisfactorio y decepcionante. Para Vasistha,
este momento exacto era el indicado para comenzar a explorarse y adentrarse en
un viaje espiritual; de hecho, consideraba que esa batalla interior era ya el
inicio del viaje. Y así fue como tomó a Ram bajo su tutela.
El sabio, poco a
poco le hizo notar, que todas estas emociones, pensamientos, dudas y
preocupaciones eran normales para alguien que atraviesa un camino espiritual;
pues es de esperarse que surjan cuando uno comienza a cuestionarse a sí mismo y
la vida a su alrededor.
Estas no eran señales de debilidad o decepción, sino
todo lo contrario; es la forma ideal de reaccionar ante el camino espiritual.
Vasistha le enseñó que muchas veces, uno debe tocar fondo antes de hacer
cambios en su vida que lo lleven hacia arriba de nuevo; y aunque le tomó
bastante tiempo a Ram aprender esta y muchas otras grandes lecciones de la
vida; Vasistha fue siempre paciente y perseverante para guiarlo en el proceso
de autodescubrimiento.
La postura Vasisthasana, (asana significa postura); fue nombrada en honor a este sabio; y
basándonos en sus enseñanzas a Ram, podemos apreciar una de las razones por las
cuales es merecedora de su nombre. La mayoría de las posturas que llevan el
nombre de alguno de los grandes sabios son bastante difíciles y necesitan de
gran preparación y esfuerzo tanto físico como mental para lograrlas; de la
misma manera en que es difícil llegar a convertirse en un gran sabio.
Visualizando la
postura, podemos analizar que la paciencia; como la que demostró
Vasistha con Ram; es necesaria; pues no es muy fácil aguantar una postura tan
desafiante sin la fuerza suficiente tanto del cuerpo y la mente. La
perseverancia juega un papel importante también, pues una pose de este nivel no
se consigue al primer intento; hay que ser perseverantes en nuestra práctica
diaria; y pacientes con el paso en el que vamos avanzando; unos irán más
rápido y otros más lento que nosotros;
pero la clave está en enfocarnos en nuestra propia práctica personal y en
nuestro momento presente:
Si hoy pude
realizar Vasisthasana sin apoyar una rodilla en el suelo, lo acepto; si hoy
pude realizarla con una mano extendida sobre mi cabeza, lo acepto; si hoy pude
realizarla por poco tiempo, lo acepto; pero no me dejo mal influenciar por llegar a la postura
completa en un mañana; me enfoco en lo que pude lograr hoy.
Tratemos de darle
un significado aún más profundo a la postura. Imaginemos que la mano que se
apoya en el suelo, nuestra base; es el momento presente; y aunque comience a
tambalearse poquito y sentirse el agotamiento en el brazo, es necesario
mantenerlo fuerte y firme; y apreciar el hecho de que puede sostenernos;
agradecer ese presente. Y al mismo tiempo, tenemos el brazo contrario apuntando
hacia arriba con gran energía y vitalidad; extendiéndonos hacia el cielo; como
si fuera nuestro futuro al que queremos alcanzar y tomar con la mano, reconociendo
en ese momento que lo vamos a lograr.
Pero qué pasa
cuando aún no podemos llegar a la postura completa?, Qué pasa si necesitamos
apoyar la rodilla, hacer modificaciones, utilizar bloques u otros props para lograrlo?...acaso significa
que jamás podremos alcanzar un futuro prometedor?...En lo absoluto.
Debemos
reconocer, que muchas veces; es necesario recibir ayuda para lograr nuestras
metas, de la misma manera que fue necesario para Ram recibir la ayuda de Vasistha
para obtener las respuestas que buscaba durante su viaje espiritual. Seguido
necesitamos que nos echen la mano, que nos guíen, que nos apoyen; y la humildad
que demostremos al aceptar dicha ayuda no nos hace más débiles sino más
valientes.
La práctica constante y
perseverancia te irán acercando a un mejor resultado.
En el post del lunes, expusimos a
cerca de la postura, sus beneficios, sus modificaciones y variaciones, entre
otros aspectos. Para indagar un poco más sobre ella, puedes dirigirte al
post haciendo click en el link.