sábado, 25 de abril de 2015

Vasistha, el sabio

El nombre Vásistha (en sánscrito, वशिशथा) significa ‘el más rico’, en el sentido de que poseía toda clase de vasu (objetos deseables).

Vasistha es uno de los célebres Sapta rishis (siete sabios) de la época védica. Es autor de muchos himnos del Rig-Veda (el primer texto de la India, de mediados del II milenio a. C.). Él fue uno de los más grandes ascetas de su tiempo; y es conocido también por haber vencido el enojo y el deseo; colocándose así en un nivel por encima del resto; pues era incapaz de experimentar tales emociones y por lo tanto; no era víctima de ellas.

Según la leyenda, el gran santo Vasistha nació como resultado del poder y voluntad del Dios Brahma; por ello es uno de los más altos representantes de la casta bráhmana y fue también el Rajguru de la dinastía solar. Dedicó su vida entera a buscar el bienestar del mundo.

El sabio Vasistha es conocido como el autor del Mandala 7 del Rig-Veda. En muchos de los versos de este texto; Vasistha y su esposa son sumamente glorificados. Se cree que la constelación Osa Mayor es Vasistha, y que la estrella pequeña a su lado, Alcor; es su esposa Arundhati.

También escribió un tratado llamado “Vasistha Ramayana”, donde expone que si un individuo aspira a lograr sus metas, y realmente conseguir “algo” en la vida; es necesario esforzarse y trabajar duro por ello. De acuerdo a sus creencias; él consideraba el hábito de la flojera como una enfermedad, la cual era la responsable de la desdicha y miseria en la vida de cualquier hombre.
Tenía la costumbre de impartir el conocimiento Védico a sus discípulos erradicados en el río Saraswati;  donde además realizaban múltiples rituales de sacrificios sagrados por el bien del mundo.
Vasistha tenía en su posesión a la vaca divina, Nandini; hija de la vaca de la diosa Indra, llamada Kamadhenu. Ambas podían conceder deseos a cualquier individuo que honestamente lo solicitara. Nandini fue un regalo que Indra le hizo a Vasistha.

Hay varios cuentos a cerca de este sabio; uno de ellos es el del rey Dileepa. Se cuenta que dicho rey de la Dinastía Raghuvamsha, Dileepa; y su esposa Sudkashina; se acercaron a Vasistha con la petición de que les otorgara un hijo. A lo que Vasistha respondió que para concederlo, debían actuar como sirvientes de Nandini por varios días, hasta que ella estuviera satisfecha. Los reyes sirvieron humildemente a la hija de la vaca divina por 21 días. En este último día; la vida de Nandini corrió peligro pues un león trató de atacarla; por lo que Dileepa rápidamente sacó su arco y flecha, apuntándole al animal; sin embargo, en ese momento se dio cuenta de que no podía mover su brazo, estaba paralizado. Dileepa llegó a la conclusión de que dicho suceso debía ser parte de alguna magia del león, y al momento en que pensaba esto, como para confirmarlo; el león comienza a hablarle. Le dijo que no tenía oportunidad de salvar a Nandini pues ya la había seleccionado como su merienda del día y lo alentó a que regresara al ashram de Vasistha, en derrota. Dileepa no se dio por vencido y trató de razonar con el león, ofreciendo su vida a cambio de la de Nandini; a lo cual el león aceptó.
Unos instantes después, el león desapareció, y Nandini se aproximó a Dileepa quien se encontraba confuso ante el espejismo. Nandini le explicó que el león era sólo una ilusión que ella había creado para ponerlo a prueba; para saber si realmente Dileepa era fiel a ella. Como premio ante el acto de valor y lealtad, Nandini les concedió a Dileepa y su esposa Sudkashina un hijo, ese día.

Vasisthasana

Vasistha llegó a ser maestro de Ram, en tiempos en que este se encontraba confundido y perdido en la desilusión y depresión que sus viajes alrededor del mundo le habían traído; pues lo encontró muy pobre, insatisfactorio y decepcionante. Para Vasistha, este momento exacto era el indicado para comenzar a explorarse y adentrarse en un viaje espiritual; de hecho, consideraba que esa batalla interior era ya el inicio del viaje. Y así fue como tomó a Ram bajo su tutela.

El sabio, poco a poco le hizo notar, que todas estas emociones, pensamientos, dudas y preocupaciones eran normales para alguien que atraviesa un camino espiritual; pues es de esperarse que surjan cuando uno comienza a cuestionarse a sí mismo y la vida a su alrededor. 

Estas no eran señales de debilidad o decepción, sino todo lo contrario; es la forma ideal de reaccionar ante el camino espiritual. Vasistha le enseñó que muchas veces, uno debe tocar fondo antes de hacer cambios en su vida que lo lleven hacia arriba de nuevo; y aunque le tomó bastante tiempo a Ram aprender esta y muchas otras grandes lecciones de la vida; Vasistha fue siempre paciente y perseverante para guiarlo en el proceso de autodescubrimiento.

La postura Vasisthasana, (asana significa postura); fue nombrada en honor a este sabio; y basándonos en sus enseñanzas a Ram, podemos apreciar una de las razones por las cuales es merecedora de su nombre. La mayoría de las posturas que llevan el nombre de alguno de los grandes sabios son bastante difíciles y necesitan de gran preparación y esfuerzo tanto físico como mental para lograrlas; de la misma manera en que es difícil llegar a convertirse en un gran sabio.

 
Visualizando la postura, podemos analizar que la paciencia; como la que demostró Vasistha con Ram; es necesaria; pues no es muy fácil aguantar una postura tan desafiante sin la fuerza suficiente tanto del cuerpo y la mente. La perseverancia juega un papel importante también, pues una pose de este nivel no se consigue al primer intento; hay que ser perseverantes en nuestra práctica diaria; y pacientes con el paso en el que vamos avanzando; unos irán más rápido  y otros más lento que nosotros; pero la clave está en enfocarnos en nuestra propia práctica personal y en nuestro momento presente:

Si hoy pude realizar Vasisthasana sin apoyar una rodilla en el suelo, lo acepto; si hoy pude realizarla con una mano extendida sobre mi cabeza, lo acepto; si hoy pude realizarla por poco tiempo, lo acepto; pero no me dejo  mal influenciar por llegar a la postura completa en un mañana; me enfoco en lo que pude lograr hoy.

Tratemos de darle un significado aún más profundo a la postura. Imaginemos que la mano que se apoya en el suelo, nuestra base; es el momento presente; y aunque comience a tambalearse poquito y sentirse el agotamiento en el brazo, es necesario mantenerlo fuerte y firme; y apreciar el hecho de que puede sostenernos; agradecer ese presente. Y al mismo tiempo, tenemos el brazo contrario apuntando hacia arriba con gran energía y vitalidad; extendiéndonos hacia el cielo; como si fuera nuestro futuro al que queremos alcanzar y tomar con la mano, reconociendo en ese momento que lo vamos a lograr.

Pero qué pasa cuando aún no podemos llegar a la postura completa?, Qué pasa si necesitamos apoyar la rodilla, hacer modificaciones, utilizar bloques u otros props para lograrlo?...acaso significa que jamás podremos alcanzar un futuro prometedor?...En lo absoluto.

Debemos reconocer, que muchas veces; es necesario recibir ayuda para lograr nuestras metas, de la misma manera que fue necesario para Ram recibir la ayuda de Vasistha para obtener las respuestas que buscaba durante su viaje espiritual. Seguido necesitamos que nos echen la mano, que nos guíen, que nos apoyen; y la humildad que demostremos al aceptar dicha ayuda no nos hace más débiles sino más valientes.

La práctica constante y perseverancia te irán acercando a un mejor resultado.

En el post del lunes, expusimos a cerca de la postura, sus beneficios, sus modificaciones y variaciones, entre otros aspectos. Para indagar un poco más sobre ella, puedes dirigirte al post haciendo click en el link.

(fuentes: I, II, III, IV, V)
 (images source: I, II, III)

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