Muchas veces
hemos estado en medio de nuestra práctica cuando de repente el instructor nos
dirige al suelo y proclama “bakasana!”, llevándonos a la postura del cuervo;
para algunos esto resulta divertido; para otros resulta un reto difícil de
lograr. De pronto te encuentras volteando a ver a tus compañeros de clase y
siempre están los que hacen sus balances de brazos a la perfección, los que
casi lo logran y los que se dan por vencidos desde un inicio, “jamás!”, “sí
creo !”, “ni al caso!” expresan en tono de ironía.
En ningún
momento durante tu práctica debes sentirte forzado a hacer alguna postura; lo
importante siempre es escuchar a tu cuerpo y hacer lo que te permita hacer;
está claro que no se trata de forzarte a realizar nada que no quieras; sin
embargo, hay algunas posturas que vale la pena intentar; pues con constancia y
dedicación, es muy probable que llegues a ellas algún día.
Tal vez las
personas que no son fanáticas de los balances de brazos se pregunten, ¿para qué
necesito hacerlos?, ¿de qué me sirven?... Pues, además de que te sirven para
mejorar y demostrar el avance en tu práctica; te ayudan a adquirir más fuerza y
flexibilidad; a trabajar con el control mental, concentración, dominio de tu cuerpo y disciplina. Además de
que representan un reto; y siempre es bueno desafiarnos un poco en la vida para
cortar con la rutina, para salir de nuestra zona de confort y descubrir qué
cosas nuevas somos capaces de lograr, no crees?
Al igual que
todas las mentes piensan diferente, todos los cuerpos son diferentes; y por
ello hay personas que pueden hacer cosas que otros no. Es importante que no te
intimides por lo que el compañero de a lado puede lograr; todos avanzamos a
nuestro propio paso bajo nuestros propios términos; pero vamos todos juntos hacia
el mismo camino. Con paciencia y práctica constante, verás que llegará el día en que
puedas hacer volar ese cuervo de tu tapete.
Los balances de brazos son de las posturas más
desafiantes dentro de tu práctica de yoga; son perfectas para examinar lo que
nuestro cuerpo puede lograr y para
trabajar coordinando nuestra fuerza corporal con nuestro poder y disciplina
mental. Anímate; pierde el miedo; si te caes… sólo basta con levantarte y
volverlo a intentar.
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