Savasana

“Savasana” se le llama a la postura del cadáver ó del muerto. Viene del sánscrito “sava” que significa cadáver y “asana”, postura. 

Es una de las asanas más importantes de tu práctica, por no decir la más importante. La realizamos al final de la clase y pareciera que sólo consiste en tirarse en el suelo, boca-arriba con los brazos a los costados y ojos cerrados, pero es más que eso. Savasana puede inclusive llegar a ser una pose algo exigente, pues no sólo debes de aprender a soltar y dejar ir las sensaciones y tensiones en tu cuerpo sino también los pensamientos. Y muchas veces, esto último suele representar una tarea difícil de realizar.

En el sagrado texto de Bhagavad Gita dice: “la mente es inquieta, obstinada y muy difícil de controlar; es más fácil controlar el viento mismo que la mente”.
Savasana simboliza sembrar el silencio, glorificar la quietud, propagar tu conciencia y trascender tu cuerpo.

La llaman la postura del cadáver porque representa una renuncia y desapego al mundo. Es una oportunidad de dejarte ir, como si estuvieses muerto, pero manteniendo la mente alerta. Nos permite relajar y revitalizar al cuerpo después de la práctica realizada, pero al mismo tiempo, después del ajetreo de la vida diaria; permitiéndonos olvidar la tensión, casi como si abandonáramos el cuerpo, aunque sigamos estando despiertos y muy presentes. 

Beneficios:

-Relaja el cuerpo
-Libera el estrés
-Combate los problemas de ansiedad
-Reduce la tensión arterial
-Calma el estado mental
-Crea una conexión de mente, cuerpo y espíritu

Pattabhi Jois decía: “Savasana ofrece la posibilidad de una pequeña muerte cada día”

 
La próxima vez que vayas a la postura trata de realmente sentirla y tomar consciencia de ella; aprende a relajarte y a verdaderamente soltar y desapegarte del mundo material. Realízala con humildad; ofrécela como un momento de entrega hacia uno mismo.